viernes, 24 de abril de 2015

El derecho de los hijos a tener padres

Ya sé que hay casos en que es imposible y se busca la mejor alternativa posible. Pero tener un padre y una madre y conocerlos y tratarlos es un derecho de todo ser humano. Hace poco una amiga ha perdido a su padre y me decía que, a pesar de que no fue un padre ejemplar, sentía mucho su pérdida. También yo les he querido mucho, igual que ellos se amaron durante más de sesenta años, y no entiendo que alguien pueda decir que da lo mismo tener que no tener padre o madre o que alguien los sustituya. Los padres son referentes imprescindibles en la vida de una persona y, aunque nadie es perfecto, su presencia es esencial para cualquier niño.

A ver cómo le explican a alguien que su padre fue un hombre que vendió a sus futuros hijos por un puñado de billetes para tomarse unas cervezas. Que, al fin y al cabo, eso es un donante de esperma. O que su madre dejó a cinco hermanos suyos congelados en vitro porque sólo quería implantarse un par de embriones para poder tener hijos a edad avanzada. O que su madre fue una mujer que alquiló su vientre para que un par de hombres pudieran tener la experiencia de ser padres aunque el hijo no fuera de ambos. Y pretender que esa experiencia no va a afectar psíquicamente al niño, como si fuera una mercancía y no tuviera derecho a sentir.

miércoles, 15 de abril de 2015

El Partido Popular consuma la traición a su electorado sobre el aborto

Ayer día 14 el PP dio por aprobada en el Congreso la reforma de la ley del aborto, la cual solamente incluye la autorización paterna para las menores de edad. Afirman que con eso han cumplido con sus compromisos electorales, pero es mentira. El Partido Popular se comprometió a defender la vida del no nacido desde su concepción, para lo cual era imprescindible derogar la llamada ley Aído. De hecho presentó un recurso contra esa ley en el Tribunal Constitucional, que aún no se ha decidido por razones puramente políticas y electoralistas, y han pasado ya cinco años. Mientras más de un millón de niños han pasado por la guillotina abortista en España.

Si al menos hubieran puesto los medios para ayudar a las mujeres embarazadas para que no tuvieran que abortar por razones económicas, como también dijeron que harían... Cosa por otra parte natural, ya que España está en crecimiento negativo y eso tendrá unas consecuencias económicas nefastas en el futuro. Pero parece ser que a Rajoy sólo le importa el aquí y ahora, las próximas elecciones autonómicas y generales; y realmente piensa que el tema del aborto le resta votos, cuando lo cierto es que no está tan claro si los suma. Somos muchos los que no estamos dispuestos a prestarle más nuestro apoyo a un partido que no defiende el derecho fundamental a la vida.

lunes, 6 de abril de 2015

Caiga su sangre sobre nosotros

Los «prescriptores» han defendido las tropelías de Israel, que no han servido sino para enviscar al mundo musulmán

EN estos días escucho muchos lloriqueos en ámbitos católicos por la persecución que sufren los cristianos en Oriente Próximo; en cambio, escucho menos deseos de reconocer, mediante un acto de contrición sincera, cuáles son las verdaderas causas de esa persecución. También me llama la atención que en determinados medios sedicentemente católicos, cada vez que hay que explicar lo que está sucediendo en Oriente Próximo, se recurra a la autoridad de «analistas de política internacional», «expertos en geoestrategia» y demás ganapanes neocones, liberales o progres (bueno, en medios sedicentemente católicos a estos últimos se recurre menos, porque con los neocones y los liberales tienen ya cubierta la ración de alfalfa intoxicadora) y no se dé voz a cristianos iraquíes, sirios o palestinos, que son los que están sufriendo en sus propias carnes la persecución, y conocen perfectamente sus causas. Y no se les da voz porque se sabe que lo que van a decir no cuadra con toda la alfalfa que se nos ha obligado a deglutir durante estos años; que se nos sigue obligando a deglutir hoy.

Lo acaba de decir Michel Sabbah, patriarca emérito de Jerusalén: «Lo que está ocurriendo en Gaza no es una guerra, sino una masacre»; y es que, en efecto, no hay guerra justa donde no hay proporcionalidad en la respuesta. Los cristianos palestinos saben perfectamente que las iglesias que han sido destruidas en Gaza no lo han sido por Hamás, sino por Israel. También los cristianos sirios saben quiénes han financiado y asesorado a la chusma que martiriza a sus hermanos. Y los cristianos iraquíes saben quiénes han sido los causantes de la feroz persecución y éxodo que padecen en estos días. Pero aquí nos basta con lloriquear por nuestros pobrecitos hermanos perseguidos, sin querer conocer las causas; o, todavía peor, impidiendo que nuestros hermanos perseguidos nos las expliquen, porque para eso ya tenemos nosotros a nuestros «especialista» tertulianeses, a sueldo de la embajada americana o israelí (o, todavía peor, gozquecillos que necesitan alinearse gratis con el Nuevo Orden Mundial, para aliviar el gravamen de su insignificancia), que nos lo explican a las mil maravillas, que nos lo llevan explicando a las mil maravillas años o décadas, apoyando la intervención de Estados Unidos en Irak, jaleando la primavera árabe, justificando la guerra en Siria y, por supuesto, aplaudiendo frenéticos con las orejas cada «intervención militar» israelí.

Durante muchos años –demasiados ya– los «prescriptores» de los católicos españoles en cuestiones sobre Oriente Próximo han sido una patulea que se pone cachonda con el sonsonete de la «extensión de la democracia» (así llaman a la expansión del Nuevo Orden Mundial, los muy bellacos), como el coronal Kilgore de ApocalypseNow se ponía cachondo con el olor del napalm por la mañana. Estos «prescriptores» han jaleado el derrocamiento de todos los dictadores que toleraban o incluso protegían a los cristianos en Oriente Próximo (Sadam Husein, Mubarak, Gadafi, Al Asad…) e impedían su persecución cruenta; estos «prescriptores» han presentado como «luchadores por la libertad» a la chusma islamista que, patrocinada y armada por el Nuevo Orden Mundial, tortura, martiriza o condena al éxodo a los cristianos de Oriente Próximo; estos «prescriptores», en fin, han defendido hasta lo indefendible las tropelías más infames de Israel, que no han servido sino para enviscar al mundo musulmán.
Juan Manuel de Prada. ABC
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