lunes, 3 de febrero de 2014

Adopciones homosexuales

Ayer salimos a la calle en varias ciudades de Europa para reivindicar el derecho de los niños a tener un padre y una madre. Una mujer con un embarazo no deseado puede plantearse la opción de dar a su hijo en adopción y asegurarle así una familia funcional. Pero lo que no es admisible, y menos habiendo tanta lista de espera de padres, es que ese niño se le entregue a un llamado matrimonio homosexual. El derecho del niño debería estar por encima de cualquier otra consideración. Un niño no es un juguete y tiene que vivir en un ambiente lo más cercano posible a la familia natural, formada por padre, madre e hijos de ambos. Ése es el objetivo de la Manif pour tous.

Porque la labor de los padres va mucho más allá de alimentarle, vestirle y llevarle al colegio. Un hijo no es una mascota y no basta con quererlo mucho. También hay que educarlo, especialmente con el ejemplo. Sólo en la familia natural puede aprender las diferentes formas de ser de hombres y mujeres, para así poder definir su sexualidad de una manera sana y coherente con su sexo. Un niño criado por homosexuales probablemente acabará siendo homosexual o bisexual. Y no hay que olvidar que la única unión fértil que garantiza el relevo generacional, es la que se produce entre hombre y mujer. Fomentar la homosexualidad es nocivo para la sociedad.

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